Durante el verano, con el calor estival, preferimos tomar bebidas y comidas frías. Una actividad que puede considerarse poco menos que de riesgo para las personas que padecen sensibilidad dental. Los helados, por ejemplo, pueden convertirse en una tortura para aquellos que padecen este problema bucodental. Como una de las clínicas dentales en Madrid a precios asequibles sabemos bien que la sensibilidad puede provocar molestias e, incluso, un dolor muy intenso.