Este hábito, que resulta nocivo para nuestra salud bucodental, es totalmente involuntario e inconsciente. Suele desarrollarse durante el sueño y consiste en apretar los dientes y desplazarlos hacia los lados o hacia delante y hacia atrás. Sin embargo, en algunas ocasiones los pacientes se dan cuenta de que lo están haciendo mientras trabajan o en su día a día. Hay muchos factores que pueden desencadenar esta práctica, el estrés, los desórdenes del sueño o la ansiedad son algunos de ellos. En nuestra clínica de estética dental en Madrid queremos destacar que el bruxismo puede desgastar los dientes, deteriorando la apariencia de los mismos y, por lo tanto, la sonrisa.