¿Por qué se forma el sarro?

En nuestra clínica, especializada en estética dental en Madrid, sabemos bien que el sarro no sólo deteriora nuestra sonrisa. La placa bacteriana también supone un riesgo que puede poner en jaque nuestra salud bucodental. La acumulación de sarro entre los dientes puede dar lugar a diferentes afecciones.

Sin embargo, la mayoría de las veces, luchar contra su formación es misión imposible. En cualquier caso, cuando aparece es necesario acudir al dentista con frecuencia para someterse a una limpieza profesional que nos permita proteger nuestros dientes y encías.

El sarro dental, también conocido como cálculo dental, es el resultado de la calcificación de la placa bacteriana. La misma se produce en el espacio que queda entre los dientes y encías, siendo el problema real. Hablamos de una película trasparente donde se concentran las bacterias que se encuentran en cavidad bucal.

Esta capa se forma a edades muy tempranas y no podemos hacer nada por combatirla, se forma cada vez que ingerimos algún alimento y algunas bebidas. La única manera de contrarrestas los efectos de la placa bacteriana será apostar por una higiene bucodental exhaustiva. Cuando descuidamos nuestra rutina de higiene es cuando la placa se calcifica y se forma el sarro. Tiene un color amarillento, pudiendo llegar en algunos casos a las tonalidades ocres.

El sarro es duro, similar a pequeñas piedras, por lo que resulta más difícil de eliminar. Hay que tener en cuenta que la rugosidad de las piezas dentales favorece la adhesión de la placa y favorece la acumulación de la misma.

Tipos de sarro

Supragingival

En estos casos, la presencia de sarro se localiza en los huecos existentes entre los dientes y encías de nuestra boca.

Subgingival

En estos casos, localizamos el sarro debajo de la línea de la encía. Esto provoca bolsas periodontales que pueden causar problemas de mayor gravedad en nuestra boca. Este último tipo es más difícil de detectar, pero puede hacer enfermar nuestras encías y mucosas.

Desde Centro dental Lavapiés queremos destacar que las revisiones periódicas con el dentista se convierten en la mejor arma de prevención contra el sarro, que puede provocar enfermedades como la gingivitis o la periodontitis. Esta última es mucho más grave y puede causar hasta la pérdida de piezas dentarias.