El otoño y la salud dental

Como clínica de dentistas en Madrid Centro te recordamos que tu salud bucodental merece atención en todo momento. La cuestión es que cada estación del año tiene ciertas particularidades en este sentido. En este post vamos a centrarnos en el otoño.

Al final del verano, por regla general, bajan las defensas del organismo y somos más proclives a padecer resfriados, catarros y gripes. La cuestión es que el cambio de estación también afecta a nivel bucodental. Muchos alimentos pueden ayudarnos a compensar la bajada de defensas que comentamos. Por poner un ejemplo, los frutos secos (nutrientes y fibra) y las castañas. Estas últimas son tremendamente ricas en fósforo, un elemento muy beneficioso para fortalecer los huesos y, por lo tanto, los dientes. Las setas son otro de los alimentos clásicos del otoño. Nos aportan fibra, antioxidantes, ácido fólico, potasio, hierro, fósforo y vitaminas del Grupo B. Por otro lado, las legumbres y la gran cantidad de vitamina B que nos aportan contribuyen a que las encías y los labios presentan más resistencia a las inclemencias del tiempo otoñal.

El descenso de las temperaturas del otoño anima más a comer platos calientes. Lo mismo pasa con las bebidas. En el caso del té verde, una de las opciones más saludables para hidratarse, contribuye a mejorar la salud bucal por sus propiedades antioxidantes. En Clínica Dental Goldent te recordamos que estas minimizan la formación de placa y caries. A continuación, vemos una serie de alimentos cuyo consumo podemos reforzar en otoño para disfrutar de una boca sana:

– Uvas: reducen el riesgo de caries. Te recomendamos sacarlas de la nevera una hora antes de comerlas sobre todo si padeces de hipersensibilidad dental.

– Manzana: comer una diaria es muy recomendable de cara a pulir dientes y encías. Además, aumenta la producción de saliva, protector natural de los dientes.

– Calabaza: destaca por su alto contenido de vitamina C, perfecta para la prevención de todo tipo de infección en las encías.

– Leche: el calcio y la vitamina D ayudan a fortalecer los huesos y los dientes.

Recuerda además que los cambios bruscos de temperatura del otoño y el invierno pueden debilitar el esmalte y fomentar la aparición de manchas en la superficie de los dientes. ¿Cómo prevenirlo? Pues, entre otras cosas, acometiendo un correcto cepillado.